El tema de la supuesta homosexualidad de algunos personajes bíblicos ha sido muy debatido por los teólogos e historiadores. Si bien el Levítico (18:22 y 20:13) condena expresamente y con dureza las relaciones entre hombres -aunque curiosamente no hace referencia al lesbianismo-, equiparándolas al incesto y la zoofilia, varias partes del texto bíblico muestran relaciones sospechosamente estrechas entre personas del mismo sexo.
Noemí y Elimelec tenían dos hijos, Majalón y Quelyón, casados con dos moabitas llamadas Orfa y Rut. Al morir los hombres de la familia, Noemí y sus nueras se quedaron solas. Entonces Noemí les pidió a las viudas de sus hijos que regresaran al hogar de sus padres y se volvieran a casar, pero ambas se negaron. Insistiendo, Noemí convenció a Orfa, pero Rut se quedó lealmente a su lado diciéndole: “No insistas más en que te deje alejándome de ti; donde tu vayas, yo iré; donde tu habites, habitaré yo; tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios; donde tú mueras yo moriré, y allí quiero ser enterrada. Que me castigue Dios si algo, fuera de la muerte, va a separarme de ti.” (Libro de Rut, 1:16 y 17). Muchos han visto en tan apasionada declaración un signo de que la relación entre suegra y nuera era romántica y/o sexual. La historia tiene un final feliz, pues las dos mujeres viajaron a Belén y allí se encontraron con Booz, un pariente de Elimelec, que se casó con Rut y le dio un hijo, que ella crió junto a Noemí.
Más tarde, en el Libro Primero de Samuel, se nos cuenta la historia de David, biznieto de Rut, y de Jonatan, hijo del rey Saúl, cuya relación era también muy cercana. David, al matar al gigantesco guerrero filisteo Goliat cuando era apenas un adolescente, consiguió convertirse en héroe nacional de los israelitas. Esto le permitió conocer al rey Saúl y a su hijo. En Samuel 18:1 se dice que “cuando David terminó de hablar con Saúl, el alma de Jonatan quedó prendada del alma de David, y Jonatan comenzó a amarlo como a sí mismo”. Y ese mismo día “Jonatan estableció un pacto con David, porque lo amaba como a sí mismo. Se despojó Jonatan del manto que vestía y se lo dio a David, y su propia armadura, así como su espada, su arco y su cinturón” (Libro Primero de Samuel 18:3 y 4), con lo cual habría quedado o bien desnudo o bien solo cubierto por un taparrabos frente a su amado David.
Saúl, por su parte, si bien simulaba apreciar a David para no ofender al populacho, sentía envidia del joven y realizó varios intentos de deshacerse de él. Al conocer las intenciones de su padre, Jonatan, “que quería mucho a David” (Libro Primero de Samuel 19:1) le informó a su amigo. David luego le comentó a Jonatan que “sabe muy bien tu padre que yo he hallado gracia a tus ojos” (Libro Primero de Samuel 20:3). Luego Jonatan prestó juramento de ser aliado eterno de David y de su Casa “por el amor que le tenía, pues lo amaba como a sí mismo” (Libro Primero de Samuel 20:17). David procedió a huir para ponerse bajo la protección del profeta Samuel.
En un momento, Jonatan intentó convencer a su padre de perdonar a David, y cuando su padre se encolerizó hasta el punto de amenazarlo con su lanza, Jonatan se levantó de la mesa “encendido en cólera y no tomó alimento alguno el segundo día de la nueva luna, porque estaba apenado por David” (Libro Primero de Samuel 20:34). David continuó huyendo de Saúl y Jonatan continuó ayudándolo cada vez que pudo, llegando a confirmar solemnemente su pacto con su Casa (Libro Primero de Samuel 23:18). Cuando Saúl, Jonatan y dos de sus hermanos fueron muertos en una batalla contra los filisteos en el monte Gélboe (Libro Primero de Samuel 31:2), David lamentó su muerte diciendo “¡Jonatan!, en tu muerte me he quedado sin consuelo; / estoy angustiado por ti, hermano mío, Jonatan. / Me eras carísimo. / Tu amor era para mí más dulce que el amor de las mujeres.” (Libro Segundo de Samuel 1:25 y 26; las negritas en este texto son mías)
En el Libro Primero de los Reyes se cuenta que el joven hijo de una viuda murió, y ella le pidió ayuda al profeta Elías. “Respondió Elías: ‘Dame a tu hijo’. Y tomándolo del regazo de ella, lo subió al aposento superior, donde él moraba, y lo acostó sobre su lecho. Y clamó a Jehová diciendo: ‘Jehová, Dios mío, ¿también a esta viuda, que me hospeda, afliges, haciendo morir a su hijo?’. Luego se tendió sobre el niño tres veces, y clamó a Jehová así: ‘Jehová, Dios mío, que vuelva, te ruego, el alma de este niño a su interior!’ Y Jehová oyó la voz de Elías y, volviendo el alma del niño a entrar en él, revivió” (Libro Primero de los Reyes 17:19-22).
En el Libro Segundo de los Reyes, se cuenta una historia análoga, esta vez protagonizada por el profeta Eliseo: otro niño (o adolescente, pues la distinción entre una etapa y otra de la vida era bastante borrosa en esos tiempos) muerto cuya madre le pide al profeta que lo resucite. Esta vez la descripción del procedimiento es más gráfica y sugerente: “Cuando Eliseo llegó a la casa, el niño estaba muerto, acostado sobre su lecho. Entró, se encerró en el aposento con el niño y oró a Jehová. Luego subió al lecho y se tendió sobre el niño; puso la boca sobre su boca, los ojos sobre sus ojos, las palmas sobre sus palmas. Y estando así inclinado sobre él, el cuerpo del niño entró en calor. Eliseo se apartó y se puso a pasear por la casa de acá para allá. Luego subió y se tendió sobre él. Entonces el niño estornudó hasta siete veces y abrió los ojos” (Libro Segundo de los Reyes 4:32-35).
Pienso que en nuestros tiempos es probable que lo que hicieron Elías y Eliseo -acostarse casi como un amante sobre el cadáver de un chico- hubiera sido considerado una mezcla de pederastia y necrofilia…
También se ha hablado mucho del amor de Jesús por su discípulo Juan, que según algunos estudiosos tendría rasgos homosexuales. Pero es imposible saberlo a ciencia cierta, lo mismo que cuál era la naturaleza de la relación del Nazareno con María Magdalena.
Todas estas referencias en la Biblia son sospechosas, pero no sirven para llegar a una conclusión definitiva. No obstante, usar la imaginación no hace daño a nadie.
Noemí y Elimelec tenían dos hijos, Majalón y Quelyón, casados con dos moabitas llamadas Orfa y Rut. Al morir los hombres de la familia, Noemí y sus nueras se quedaron solas. Entonces Noemí les pidió a las viudas de sus hijos que regresaran al hogar de sus padres y se volvieran a casar, pero ambas se negaron. Insistiendo, Noemí convenció a Orfa, pero Rut se quedó lealmente a su lado diciéndole: “No insistas más en que te deje alejándome de ti; donde tu vayas, yo iré; donde tu habites, habitaré yo; tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios; donde tú mueras yo moriré, y allí quiero ser enterrada. Que me castigue Dios si algo, fuera de la muerte, va a separarme de ti.” (Libro de Rut, 1:16 y 17). Muchos han visto en tan apasionada declaración un signo de que la relación entre suegra y nuera era romántica y/o sexual. La historia tiene un final feliz, pues las dos mujeres viajaron a Belén y allí se encontraron con Booz, un pariente de Elimelec, que se casó con Rut y le dio un hijo, que ella crió junto a Noemí.
Más tarde, en el Libro Primero de Samuel, se nos cuenta la historia de David, biznieto de Rut, y de Jonatan, hijo del rey Saúl, cuya relación era también muy cercana. David, al matar al gigantesco guerrero filisteo Goliat cuando era apenas un adolescente, consiguió convertirse en héroe nacional de los israelitas. Esto le permitió conocer al rey Saúl y a su hijo. En Samuel 18:1 se dice que “cuando David terminó de hablar con Saúl, el alma de Jonatan quedó prendada del alma de David, y Jonatan comenzó a amarlo como a sí mismo”. Y ese mismo día “Jonatan estableció un pacto con David, porque lo amaba como a sí mismo. Se despojó Jonatan del manto que vestía y se lo dio a David, y su propia armadura, así como su espada, su arco y su cinturón” (Libro Primero de Samuel 18:3 y 4), con lo cual habría quedado o bien desnudo o bien solo cubierto por un taparrabos frente a su amado David.
Saúl, por su parte, si bien simulaba apreciar a David para no ofender al populacho, sentía envidia del joven y realizó varios intentos de deshacerse de él. Al conocer las intenciones de su padre, Jonatan, “que quería mucho a David” (Libro Primero de Samuel 19:1) le informó a su amigo. David luego le comentó a Jonatan que “sabe muy bien tu padre que yo he hallado gracia a tus ojos” (Libro Primero de Samuel 20:3). Luego Jonatan prestó juramento de ser aliado eterno de David y de su Casa “por el amor que le tenía, pues lo amaba como a sí mismo” (Libro Primero de Samuel 20:17). David procedió a huir para ponerse bajo la protección del profeta Samuel.
En un momento, Jonatan intentó convencer a su padre de perdonar a David, y cuando su padre se encolerizó hasta el punto de amenazarlo con su lanza, Jonatan se levantó de la mesa “encendido en cólera y no tomó alimento alguno el segundo día de la nueva luna, porque estaba apenado por David” (Libro Primero de Samuel 20:34). David continuó huyendo de Saúl y Jonatan continuó ayudándolo cada vez que pudo, llegando a confirmar solemnemente su pacto con su Casa (Libro Primero de Samuel 23:18). Cuando Saúl, Jonatan y dos de sus hermanos fueron muertos en una batalla contra los filisteos en el monte Gélboe (Libro Primero de Samuel 31:2), David lamentó su muerte diciendo “¡Jonatan!, en tu muerte me he quedado sin consuelo; / estoy angustiado por ti, hermano mío, Jonatan. / Me eras carísimo. / Tu amor era para mí más dulce que el amor de las mujeres.” (Libro Segundo de Samuel 1:25 y 26; las negritas en este texto son mías)
En el Libro Primero de los Reyes se cuenta que el joven hijo de una viuda murió, y ella le pidió ayuda al profeta Elías. “Respondió Elías: ‘Dame a tu hijo’. Y tomándolo del regazo de ella, lo subió al aposento superior, donde él moraba, y lo acostó sobre su lecho. Y clamó a Jehová diciendo: ‘Jehová, Dios mío, ¿también a esta viuda, que me hospeda, afliges, haciendo morir a su hijo?’. Luego se tendió sobre el niño tres veces, y clamó a Jehová así: ‘Jehová, Dios mío, que vuelva, te ruego, el alma de este niño a su interior!’ Y Jehová oyó la voz de Elías y, volviendo el alma del niño a entrar en él, revivió” (Libro Primero de los Reyes 17:19-22).
En el Libro Segundo de los Reyes, se cuenta una historia análoga, esta vez protagonizada por el profeta Eliseo: otro niño (o adolescente, pues la distinción entre una etapa y otra de la vida era bastante borrosa en esos tiempos) muerto cuya madre le pide al profeta que lo resucite. Esta vez la descripción del procedimiento es más gráfica y sugerente: “Cuando Eliseo llegó a la casa, el niño estaba muerto, acostado sobre su lecho. Entró, se encerró en el aposento con el niño y oró a Jehová. Luego subió al lecho y se tendió sobre el niño; puso la boca sobre su boca, los ojos sobre sus ojos, las palmas sobre sus palmas. Y estando así inclinado sobre él, el cuerpo del niño entró en calor. Eliseo se apartó y se puso a pasear por la casa de acá para allá. Luego subió y se tendió sobre él. Entonces el niño estornudó hasta siete veces y abrió los ojos” (Libro Segundo de los Reyes 4:32-35).
Pienso que en nuestros tiempos es probable que lo que hicieron Elías y Eliseo -acostarse casi como un amante sobre el cadáver de un chico- hubiera sido considerado una mezcla de pederastia y necrofilia…
También se ha hablado mucho del amor de Jesús por su discípulo Juan, que según algunos estudiosos tendría rasgos homosexuales. Pero es imposible saberlo a ciencia cierta, lo mismo que cuál era la naturaleza de la relación del Nazareno con María Magdalena.
Todas estas referencias en la Biblia son sospechosas, pero no sirven para llegar a una conclusión definitiva. No obstante, usar la imaginación no hace daño a nadie.
9 comentarios:
Interesantísimo artículo, había oído algunos de estos pasajes pero la falta de tiempo no me ha permitido leer sobre ello. Enhorabuena por tu trabajo y gracias por el enlace, y sobre todo por tus comentarios e interés en mi blog.
Un saludo
DISCULPA POR NO PENSAR IGUAL QUE TU PERO LA VERDAD PIENSO QUE ESTAS DEMACIADO EQUIVOCADO, UN SIERVO DE DIOS COMO DAVID QUE ERA CONFORME AL CORAZON DE DIOS NO PUDO HABER HECHO COSAS SEMEJANTES A LAS QUE ACABAS DE ESCRIBIR PORFAVOR PIENSA BIEN Y LUEGO ESCRIBE NO TE CONDENES Y TE PIERDAS DE VIVIR UNA VIDA DE BENDICION... COMO AMIGOS TE DOY EL CONSEJO QUE NO BUSQUES EL MORVO MEJOR PUBLICA UN COMENTARIO ACERCA DE EL AMOR DE DIOS TE PARECE??? BUENO ME PASO A RETIRAR QUE DIOS TE BENDIGA...
Increíble que tardase tanto en recibir un comentario así. David era un hombre, y como tal era capaz de "pecar" (si se considera que enamorarse de otro hombre es pecar). Al fin y al cabo, también fue capaz de quitarle su esposa a Uriah el Hitita, ¿no?
Saludos
interesante post, muy lucido a mi entender, no hablemos de los prejuicios cristianos, si no objetemos este gran post. felicidades por su publicacion, bye...
Cuando de justificar algo se trata vamos a encontrar razones aun en los lugares menos indicados. Saben que han dicho los sicopatas violadores q se les indaga por q han violado a niños o niñas menores de 5 años? Han contestado cinicamente que estos niños les coquetearon y provocaron. Es mejor cuando tenemos una aberracion como el homosexualismo, declararla abiertamente y no tratar de encontrar justificaciones religiosas para tratar de enmascarar ese cierto sentimiento de culpa que refleja el que escribio este articulo. No dice la biblia "los homosexuales no entraran al Reino de Dios" y si David llego a cometer este tipo de actos, como conocedor de la ley Divina, tuvo que arrepentirse, por que de lo contrario se habria ido con su homosexualismo para el infierno.
No nos digamos mentiras, si el hombre hubiera sido diseñado para acostarse con otro hombre, no sobrarian miembros, y no se tendria qu usar la salida de la basura.
No justifiques tu pecado (se lo digo al autor de este articulo y sus seguidores) si eres pecador endurecido sigue asi y vete al infierno. Y sino arrepientete de tu pecado y recibe a Cristo como tu salvador.
rony
ronyerazo3(arroba) hotmail.com
Interesante articulo en verdad pero debo decir que la biblia es un libro que justifica cualquier situacion.....por ello los fanaticos hacen barbaridades desde guerras, odios etc etc......Lei un comentario acerca de recibir a Jesus...pero senores jesus fue solo un profeta.....que habllaba de amor sin distincion de sexos...aparte no menciono nada aobre el homosexualismo femenino y masculino. Amense unos a otros, cuiudense y procurense...Lo que si es verdad es que en la Iglesia catolica difusora de la ""moralidad"" es de doble moral ya que su basura de sacerdotes violan a los ninos y los maltratan a las ,mujeres....malditos ...bueno el que tenga ojos que vea y oidos que oiga.
Saludos desde Monterrey, Mexico
que barbaridad en que estamos hoy.... sabes me averguenzas la biblia relata la amistad de jonatan y david pero como amigos ahora si tu piensas eso te estas condenando porq estas blafemiando la palabra de Dios... ademas parece que nunca as tenido ningun amigo sercano a ti... si lo tienes me vas a desir q sos homosexual....o que....
otra cosa la biblia dice que rut con noemi eran familia porq rut estaba casada aja y si uviese sido lesbiana como tu lo interpretas porq ella se casa despues...aaaaa???
sabes busca de Dios que es el quien te ayudara a salir de todo este rollo que tu mismo as creado...a otra cosa te aclaro q Dios creo a Hombre y mujer en el eden y en genesis 1:31 dice q todo lo que el creo es perfecto ademas si el uviera querido lesvianas o gay no cres q lo uviera creado de un solo? no te confundas chico... pidele a Dios q te ilumine y podras interpretar la biblia de la forma correcta..te aviso no te conosco pero empesare a orar por ti para que salgas de esa confucion....bendiciones...dtbbbbbbb y te guarde.....
ESTIMADO JOSÉ CHÁVEZ:
APRENDE A ESCRIBIR SIN FALTAS DE ORTOGRAFÍA, UN SIERVO DE DIOS NO DEBERÍA ESCRIBIR COMO TÚ LO HACES
Dios tenga misericordia....... haz torcido las Escrituras a tu conveniencia y buscaste solo lo que querias oir y entender....
pero, ese es el libre albedrio que dejo Dios a sus criaturas,
El te da la libertad de pensamiento. No creo personas automatas
en cuanto al TExto Dios no se niega a si mismo, en las leyes de Moises condeno el incesto y la homosexualidad y sigue una misma linea hasta el final de apocalipsis donde finalmente dice que las personas que tienen esos tipos de practicas no heredaran el reino de los cielos. El no se contradice, y tampoco podrá ser burlado... feliz día...
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