Todos hemos oído leyendas urbanas. Esas historias que le pasaron al conocico de un conocido, que creemos que son ciertas pese a que no hay ninguna prueba en ese sentido. Aquí pongo algunas que he oído un par de veces.
Una mujer se vuelve calva a causa de una quimioterapia, por lo que debe comprar una peluca. Tras probarse varias que no le gustan, el vendedor le muestra una que ha estado guardada en el deposito varios años. A la mujer le parece perfecta y la compra. Al cabo de unas horas, siente picazón en la cabeza y luego mareos. Termina por desmayarse y la llevan a un hospital, donde los médicos, al sacarle la peluca para examinarla, descubren un nido de arañas en ella.
Una familia viaja a Brasil de vacaciones. Al salir de un restaurant los niños encuentran un perrito muy feo pero simpático. Tras tenerlo con ellos durante varios días, toda la familia se encariña con él y deciden llevarlo a su hogar. La mujer esconde el perrito en su cartera para evitar que lo encuentren en la Aduana. Al llegar, se convierte en la segunda mascota de la familia, junto con el gato. Una noche salen a cenar afuera y al volver encuentran todo desordenado. Hubo una pelea feroz entre el gato y el perrito; el gato está muerto y el perrito muy malherido. Los padres lo llevan al veterinario, donde el especialista les dice, después de analizarlo detenidamente, que el animal no es un perro sino una rata mutante.
Un empresario muy exitoso contrata a una prostitua para que le haga una fellatio. La profesional procede a chuparle el pene, pero en el momento culminante, cuando su cliente está a punto de llegar al orgasmo, la mujer sufre un ataque de epilepsia y muere, no sin antes arrancarle el miembro al desafortunado ejecutivo. El hombre sale corriendo desnudo a la calle, donde muere a causa de la perdida de sangre.
Un matrimonio sale al cine, dejando a la mucama para que cuide al bebé recién nacido. Al llegar la encuentran usando uno de los vestidos de la señora. La mucama los invita amablemente a sentarse a la mesa, pues les preparó la cena. Luego va a la cocina y vuelve llevando una bandeja, con papas... y el cuerpo asado del bebé (¿una nueva versión del mito de Tereo?). La madre se vuelve loca y el padre saca una pistola de su escritorio y mata a la mucama, para luego darse a la fuga.
1 comentario:
Me encantan estas leyendas urbanas, y lo mejor es que la gente te las cuente y se crean que son verdad, por más que se lo adviertes tú.
Luego, les preguntas que a quién le pasó eso, y no saben responderte... es la regla de oro de las leyendas urbanas, todos conocemos el caso de oidas, pero nó conocemos a los afectados.
La del nido de arañas en pelucas o la prostituta epiléptica no las había oido nunca.
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