En 1789 el rey de Francia Luis XVI, su mujer María Antonieta y sus hijos Luis Carlos y María Teresa fueron obligados a abandonar su palacio en Versalles y trasladarse al de las Tullerías, en París, donde -bajo la fachada de una "monarquía constitucional"- fueron prisioneros del gobierno revolucionario. En 1791 el rey y su familia intentaron escapar al pueblo de Montmédy, en la frontera noroccidental de Francia, que estaba controlado por los realistas y desde el cual probablemente intentarían levantar un ejercito y marchar hacia París. No obstante, fueron reconocidos y capturados en el pueblo de Varennes, tras lo cual fueron devueltos a París.
Entre julio de 1791 y agosto de 1792 la familia real continuó siendo prisionera de los revolucionarios, que ya no se molestaron en ocultarlo al mundo. A medida que la facción más radical tomaba el poder, su situación se fue volviendo cada vez más peligrosa. Finalmente, el 13 de agosto Luis XVI fue arrestado y encarcelado en el Temple. En septiembre la Asamblea Nacional abolió la monarquía y proclamó la República. Entre diciembre de 1792 y enero de 1793 Luis XVI (llamado oficialmente "el ciudadano Luis Capeto") fue juzgado por alta traición. El 21 de enero fue guillotinado.
Para los realistas, que habían estado luchando para restaurar a Luis XVI como monarca absoluto, su muerte significó el final de su reinado y el comienzo del de su hijo, el Delfín Luis Carlos, a quien pasaron a denominar oficialmente Luis XVII. No obstante, eso no cambió la situación del pequeño Luis, de 8 años. Su "reinado" no dejó de ser simbólico y duró hasta su fallecimiento por tuberculosis en junio de 1795, tras lo cual el "rey de Francia" pasó a ser su tío Luis, conde de Provenza, que se autoproclamó Luis XVIII. Su cadaver fue enterrado en una fosa común en el cementerio de Santa Margarita, pero años más tarde el médico Philippe-Jean Pelletan apareció con un corazón embalsamado, afirmando que pertenecía al joven rey de jure.
No obstante, hay una versión diferente de los hechos. Según ella, el chico no murió sino que fue rescatado por los realistas, que cambiaron su identidad para ponerlo a salvo. En la casa de los Benoit, una familia de pescadores de Calais, al norte de Francia, fue educado por maestros particulares, aprendió cinco idiomas y estudió navegación, arquitectura y pintura.
En julio de 1818, rebautizado con el nombre de Pierre Benoit, desembarcó en Buenos Aires con una carta de recomendación firmada por el mismísimo Napoleón Bonaparte. Allí se estableció como ingeniero, se casó y tuvo dos hijos, Pedro (que al crecer se convirtió en un gran arquitecto) y Petrona. En 1852 Benoit, que llevaba 14 años postrado por un problema en la cadera, recibió la misteriosa visita de un hombre con quien se encerró en su cuarto a hablar a solas y en francés, y a quién se dirigió llamándolo "doctor". Al irse, el visitante dijo que no molestaran al dueño de casa, pues se había quedado dormido. A la mañana siguiente lo hallaron muerto.
En 1941 Federico Zapiola, quien creo que era biznieto de Benoit, escribió y publicó el libro ¿Luis XVII murió en Buenos Aires?, en el que planteó por primera vez la teoría de que Pierre Benoit era el desdichado hijo de Luis XVI, y que había sido envenenado. La segunda teoría fue comprobada en 1996, cuando los restos de Benoit fueron localizados en el cementerio de la Recoleta por sus descendientes y sometidos a un análisis que demostró la presencia de arsénico. Otro hallazgo interesante se había producido en 1846, cuando al encontrar los restos de Luis XVII en el cementerio de Santa Margarita se descubrió que pertenecían a un chico de 16 años y no de 10 (la edad que tenía el rey de jure al morir). Esto fue confirmado en 1995.
No obstante, en el 2000 se hizo un analisis de ADN al supuesto corazón de Luis XVII, que demostró que pertenecía a un hijo de María Antonieta (el análisis se hizo con uno de los cabellos del cadáver de la reina), lo cual pareció poner punto final a las especulaciones sobre la posible supervivencia del niño. Eso no evitó que muchos señalaran la posibilidad de que el corazón perteneciese a Luis José, el hijo mayor de Luis XVI y su esposa, fallecido en 1789. El misterio continua.
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