Todos los hombres del rey es una película basada en la novela homónima de Robert Penn Warren, publicada en 1946; dicho libro ya había sido llevado al cine en 1949.
El film transcurre en la década del '50 -a diferencia del libro, ambientado en la del '30- y gira alrededor de dos personajes, Willie Stark (interpretado por Sean Penn) y Jack Burden (Jude Law). Stark comienza su carrera como tesorero de un pequeño pueblo de Louisiana, donde atrae la atención de los medios al oponerse a la contratación de una empresa de negocios turbios para levantar una nueva escuela. Los concejales de la ciudad, sobornados, lo ignoran. La escuela es construida defectuosamente y tres niños mueren en un accidente. Así, Stark gana notoriedad y respeto, y es tentado para candidatearse a gobernador de Louisiana. Stark emprende una campaña electoral enérgica y consigue vencer aplastando a los otros dos candidatos.
Jack Burden es un periodista cínico y aristocrático, que sigue desde el comienzo el meteórico ascenso de Stark. Y cuando Stark es elegido, se convierte en uno de sus asesores de confianza. Desde ese puesto privilegiado, Jack contempla el proceso en el que el flamante gobernador termina siendo corrompido por el poder. En realidad, todos quienes lo rodean terminan siendo afectados por la misma corrupción, incluyendo al propio Jack. Stark le ordena buscar información comprometedora sobre su propio padrino, el juez Irwin (Anthony Hopkins), quien crió a Jack casi como a un hijo. Los hermanos Anne (Kate Winslet) y Adam Stanton (Mark Ruffalo), amigos íntimos de Jack, también acaban devorados, a su manera, por el monstruo de Stark. En el caso de Adam, su vínculo con Stark tiene consecuencias trágicas.
Todos los hombres del rey me gustó mucho. Si bien varios críticos consideraron que Sean Penn se pasó de rosca varias veces en la piel de Willie Stark, yo creo que su personaje (basado en Huey Long, gobernador de Louisiana entre 1928 y 1932 y senador desde 1932 hasta su asesinato en 1935 y famoso por su demagogia y por su lema "Every man a king", que probablemente haya inspirado el título del libro) es uno de los mejores que ha interpretado en su carrera actoral: idealista al principio, duro y maquiavélico al final, pero siempre apasionado. Le doy al film un 9,50.
El film transcurre en la década del '50 -a diferencia del libro, ambientado en la del '30- y gira alrededor de dos personajes, Willie Stark (interpretado por Sean Penn) y Jack Burden (Jude Law). Stark comienza su carrera como tesorero de un pequeño pueblo de Louisiana, donde atrae la atención de los medios al oponerse a la contratación de una empresa de negocios turbios para levantar una nueva escuela. Los concejales de la ciudad, sobornados, lo ignoran. La escuela es construida defectuosamente y tres niños mueren en un accidente. Así, Stark gana notoriedad y respeto, y es tentado para candidatearse a gobernador de Louisiana. Stark emprende una campaña electoral enérgica y consigue vencer aplastando a los otros dos candidatos.
Jack Burden es un periodista cínico y aristocrático, que sigue desde el comienzo el meteórico ascenso de Stark. Y cuando Stark es elegido, se convierte en uno de sus asesores de confianza. Desde ese puesto privilegiado, Jack contempla el proceso en el que el flamante gobernador termina siendo corrompido por el poder. En realidad, todos quienes lo rodean terminan siendo afectados por la misma corrupción, incluyendo al propio Jack. Stark le ordena buscar información comprometedora sobre su propio padrino, el juez Irwin (Anthony Hopkins), quien crió a Jack casi como a un hijo. Los hermanos Anne (Kate Winslet) y Adam Stanton (Mark Ruffalo), amigos íntimos de Jack, también acaban devorados, a su manera, por el monstruo de Stark. En el caso de Adam, su vínculo con Stark tiene consecuencias trágicas.
Todos los hombres del rey me gustó mucho. Si bien varios críticos consideraron que Sean Penn se pasó de rosca varias veces en la piel de Willie Stark, yo creo que su personaje (basado en Huey Long, gobernador de Louisiana entre 1928 y 1932 y senador desde 1932 hasta su asesinato en 1935 y famoso por su demagogia y por su lema "Every man a king", que probablemente haya inspirado el título del libro) es uno de los mejores que ha interpretado en su carrera actoral: idealista al principio, duro y maquiavélico al final, pero siempre apasionado. Le doy al film un 9,50.
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