Las islas de la imprudencia es una novela que narra una expedición muy poco conocida de los españoles al Pacífico, realizada en 1595. El objetivo de la misión, dirigida por el general Álvaro de Medaña (imágen), era conquistar y colonizar las Islas Salomón, descubiertas por el propio Medaña en 1568. No obstante, los viajeros españoles terminaron fracasando estrepitosamente.
Robert Graves nos cuenta con maestría (a través del personaje de Andrés Serrano, secretario de Medaña y narrador de la historia) las disputas interminables causadas por la debilidad del general, y la codicia y el egoismo de los demás líderes de la expedición. La lucha entre la facción del coronel Pedro Merino y la de los hermanos de la esposa de Medaña, Ysabel (así, con "y") Barreto lleva a la ruina a la empresa.
No obstante, una figura se destaca favorablemente entre tanta sordidez: la del piloto principal de la flota, Pedro Fernández de Quirós. Para quienes hemos leído Yo, Claudio es imposible no ver el paralelismo entre el personaje de Germánico en aquella novela y el del piloto principal en ésta. Pedro Fernández es tal vez el único personaje que siempre actúa con rectitud y sensatez en la novela... y eso le gana el odio de muchos.
La expedición no logra llegar a las Islas Salomón, pero consigue descubrir las Marquesas y las Marianas, y se intenta establecer una colonia en las segundas. No obstante, cuando la pendencia entre el coronel Merino y los Barreto tiene un desenlace sangriento, los españoles se ven obligados a abandonar las islas. La muerte de Medaña en alta mar deja el mando de la expedición en manos de su viuda Ysabel, quien debe llevar lo que queda de la flota a las Filipinas.
Este personaje es interesante. Al principio disimula su maldad (alentando, de todos modos, solapadamente las acciones de sus hermanos contra el coronel) para impresionar al piloto principal. Una vez que consigue lo que quiere de él (no revelaré qué), la Adelantada se muestra como lo que es: una mujer cruel y despiadada. No obstante, en algunos momentos de debilidad, revela tener ciertos impulsos hacia el bien...
Las islas de la imprudencia es un libro muy recomendable, sobre todo porque, pese a estar escrito por un británico, capta con bastante fidelidad la forma de pensar, hablar y comportarse de los españoles del siglo XVI. Si bien incurre en algún que otro anacronismo, es en general muy cuidadoso.
3 comentarios:
Hace años que no leao nada de Graves. En los buenos tiempos se publicaba aquí, pero luego de "Hércules y yo" jamás lo hemos visto en las librerías.
Hace poco la editorial Edhasa sacó a venta varias novelas suyas: "Yo, Claudio", "Claudio, el dios", "El conde Belisario", "La historia de Marie Powell", "El sello de Antigua", "Rey Jesús", "La hija de Homero" y "El vellocino de oro".
Lo estoy leyendo, y me resulta muy interesante, lo que quería saber era el nivel de certeza de la historia, es decir, en que escritos o documentos se basó Graves para concebirla, gracias.Leguy.-
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